TIRSOS

TIRSOS

Transformo palos en tirsos. Con telas, hilos y cintas convierto los palos en talismanes.

Un palo no es más que palo. Un Tirso es un amuleto contra la acedía y, a la vez, un talismán que atrae alegría, vitalidad, ganas de vivir…

Puedo y voy a explicar por qué es así.

El tirso es el bastón ceremonial que Dionisio y Baco ostentan en sus fiestas rituales. Ménades y bacantes les reconocen por este atributo.
En la iconografía clásica de Grecia o Roman la fuerza vital de Dionisio o Baco se representa con un tirso.

Pero los tirsos vienen de un tiempo aún más lejano. Quizás los griegos tomaron el símbolo del antiguo Egipto o Fenicia y luego los romanos lo incorporaron a su panteón cuando Dionisio se convirtió en Baco.

Los tirsos se relacionan también con la vara mágica de los conjuros de hadas y brujas y con los símbolos fálicos.

Su relación es clara con los llamados símbolos de eje axial vertical como obeliscos, menhires o rollos y picotas de Justicia. En éstos el elemento vertical representa el eje del mundo, la frontera entre contrarios, las fuerzas en equilibrio y oposición. Esta clase de símbolos es bien conocida gracias a algunos ejemplos que no son sino variaciones del Báculo de Asclepio, para los griegos o la Vara de Esculapio, para los romanos; la vara o báculo que cura todas las enfermedades y que, a día de hoy, pervive en el símbolo de la Medicina: un bastón (eje de simetría) en el que se enroscan dos serpientes idénticas y opuestas. Símbolo hermanado con el alado símbolo de Hermes-Mercurio, que pervive como símbolo del Comercio.

De cualquier modo y, sabida esta ascendencia etrusca, griega, romana o bíblica ( la vara de Moisés, que cura de las las mordeduras de serpiente) hay que considerar también que en numerosas culturas, varas, bastones o báculos son símbolos de autoridad o de ayuda, tal y como como se refleja en nuestro idioma con frases como vara de mando o báculo de vejez.

La palabra tirso sigue aún en uso para denominar, por ejemplo, varas adornadas de flores en algunas fiestas de Mayas o las varas que ostentan los mayordomos de viejas cofradías religiosas.

Dicho todo esto, queda ahora claro que un palo no es más que un simple palo y un tirso, el talismán que atrae vitalidad y buena fortuna.

Y yo tengo el don, las ganas, la fuerza y las manos para convertir simples palos en poderosos tirsos.

Otro milagro.

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